La Placa de Inducción IK 3342 de Bartscher tiene 3 zonas de cocción y permite regular la temperatura, el tiempo y la potencia.
Esta cocina de inducción presenta las siguientes características:
El material de la superficie de cocción es de vidrio.
Con control es táctil.
Modelo de sobremesa.
Tiene 3 superficies de cocción de inducción.
Las tres zonas de cocción están dispuestas de la siguiente manera: dos en el lado izquierdo y una en el derecho.
Con protección contra sobrecalentamiento e indicador digital.
Tiene detección para recipiente.
Permite regular la temperatura, el tiempo y la potencia.
Sus especificaciones técnicas son:
Tipo: Placa de inducción de sobremesa.
Sus dimensiones son 51 x 48,5 x 6,5 cm.
Tiene una potencia total de 3,4 kW.
Rango de temperatura de 60 a 240 ºC con intervalos de 20 ºC.
Ajuste de tiempo de 1 a 180 minutos con intervalos de 1 minuto.
Capacidad de carga máxima 15 kg.
Voltaje 230 V.
Pesa 6,11 kg.
Tiene 3 zonas de cocción:
1 Zona de cocción en el lado derecho.
Tiene una potencia máxima de 1,4 kW.
Con un diámetro de 20,7 cm.
Dispone de 10 niveles de potencia.
2 Zonas de cocción en en lado izquierdo.
Tienen una potencia total de 2 kW.
Se pueden utilizar por separado o simultáneamente. Cuando se usan ambas zonas de cocción, la energía se distribuye de acuerdo con el ajuste.
La zona de cocción delantera tiene un diámetro de 20,7 cm y 10 niveles de potencia.
La zona de cocción trasera tiene un diámetro de 10,6 cm y 5 niveles de potencia.
Ventajas de la cocina de inducción:
En las cocinas de inducción, el voltaje eléctrico se aplica a una bobina conductora debajo del vidrio. Esto crea un campo magnético que, como un efecto físico, calienta directamente el fondo del recipiente. Gracias a ello, se puede ahorrar tiempo y energía.
Tiempo de cocción muy corto.
El suministro de calor cambia de inmediato con cada cambio de ajuste y puede regularse con precisión.
La placa de inducción reacciona a los cambios en la configuración tan rápido como una cocina de gas, ya que la energía llega inmediatamente a la olla, sin tener que calentar otros materiales primero.
La tecnología de inducción combina esta velocidad de reacción con la ventaja básica de la corriente, lo que permite un control preciso de la entrada de calor.
